sábado, 5 de octubre de 2013

MOVIMIENTOS ECLESIALES Y SU RESPUESTA A LOS RETOS DE LA IGLESIA Y DEL MUNDO MODERNO

MOVIMIENTOS ECLESIALES
Son nuevas formas de asociación y colaboración entre sacerdotes, religiosos y fieles laicos dentro de la Iglesia Católica. Son grupos de personas unidas a participar de un mismo carisma. Constituyen  un modelo histórico nuevo en la iglesia.

Es aquella realidad vivificante del Espíritu de Cristo en la que participan laicos con manifestaciones de fe y testimonio cristiano basado en un carisma preciso otorgado al fundador de dicho movimiento.
Son pues, un instrumento de servicio para el fortalecimiento de la comunidad de la Iglesia en la verdad y caridad.

SU ORIGEN
Su nacimiento, o por lo menos su crecimiento, se ubica generalmente en Europa, en la década del 60’ e inspirados en las enseñanzas del Concilio Vaticano II.
La importancia que los movimientos eclesiales han adquirido en la Iglesia queda señalada por la convocatoria realizada en mayo de 1998.  En efecto, ese año el Consejo Pontificio para los Laicos de la Iglesia Católica organizó en Roma un congreso de movimientos bajo el lema "Movimientos eclesiales: comunión y misión en los albores del III Milenio".  Aunque esta no fue la primera reunión de movimientos, sí fue la primera convocada directamente por la máxima conducción de la Iglesia, el Papa Juan Pablo II.  Desde entonces se han sucedido los encuentros, tratando de implementar los logros alcanzados en el congreso de Roma.

MOVIMIENTOS ECLESIALES FORMADOS EN LA IGLESIA:
Dentro de la estructura organizativa de la lglesia Católica existen diversos movimientos eclesiales, que expresan la vitalidad de la misma frente a los desafíos de la evangelización y de la misión.
Los movimientos eclesiales se cuentan literalmente por miles, pero el apoyo del Vaticano a unos pocos de estos movimientos quedó “oficializado” en el famoso Congreso Internacional de los Movimientos Eclesiales, celebrado en Roma en el día de pentecostés de 1998. Aunque este encuentro congregó a 56 de estos nuevos grupos, el papa Juan Pablo II se reunió en público con los líderes y fundadores de siete de ellos, escogidos “en virtud de su extensión y representatividad universal”:

-  Kiko Argüello, del Camino Neocatecumenal 
- Chiara Lubich, de los Focolares 
- Luigi Giussani, de Comunión y Liberación 
- Patti Mansfierd, de la Renovación carismática católica
- Marcial Maciel, de los Legionarios de Cristo 
- Andrea Riccardi, de la Comunidad de San Egidio; y
-Joaquín Allende, del Movimiento Apostólico de Schoenstatt.

En esta ocasión, el Papa, bajo el lema “Movimientos eclesiales: comunión y misión al alba del tercer milenio”, quiso honrar a “una de las más claras expresiones de la acción del espíritu en la lglesia del siglo XX”. El movimiento más extendido en España, con 86000 miembros (siempre datos estimados), es el camino Neocatecumenal, seguido por el Apostolado de la oración, con 50000, y los Focolares, con 42000. Los Legionarios de Cristo (que figuran con el nombre de su rama laica, Regnum Christi), apenas 4000. El resto, hasta el medio millón, se reparte entre decenas de grupúsculos.

LA CONTRIBUCIÓN DE LOS MOVIMIENTOS EN LAS CIRCUNSTANCIAS ACTUALES
Para enmarcar adecuadamente los movimientos eclesiales, además de la renovación eclesiológica del Vaticano II, es necesario tener en cuenta la importante contribución que ellos están providencialmente ofreciendo a la Iglesia. Dicha contribución podríamos sintetizarla en los puntos siguientes:
* El desafío del secularismo y la urgencia de una nueva evangelización. La creciente secularización que, con diversos matices y expresiones, han penetrado en la sociedad occidental, constituyen actualmente uno de los mayores desafíos para la Iglesia. No es nada fácil resistir a esta corriente, y muchas veces resulta arduo vivir en coherencia con el Evangelio. Más difícil aún es, sin la ayuda de otras personas –y, por ejemplo, sin el aliento recibido en un movimiento–, desarrollar una acción que incida socialmente y contribuya a transformar el ambiente según los principios cristianos. En este sentido, a la luz de las exigencias que plantea la nueva evangelización, los movimientos ofrecen una preciosa aportación. 

El fundador de uno de los principales movimientos ha observado: “Evangelizar de modo misional hoy no significa sólo salir para tierras lejanas, sino también penetrar en aquellos nuevos ambientes de vida, que continuamente son creados por las transformaciones de nuestra sociedad, y testimoniar el amor de Cristo que hace la vida del hombre más humana, y le permite caminar hacia la verdad”. Se explica así por qué en los movimientos se aprecia una clara actitud anticonformista, un deseo de transformar el mundo siendo levadura en la masa. Es precisamente el aspecto que el Vaticano II ha individuado como peculiaridad de la misión de los fieles laicos en la Iglesia (cfr. LG 31-36), lo cual supone una actitud positiva frente al mundo, no entendido ya como reino del pecado, sino como parte integrante del plan salvífico de Dios.

ALGUNOS MOVIMIENTOS ECLESIALES






* Comunión y Liberación, otro enlace

otros Movimientos de importancia:
* Movimiento Familiar cristiano
* Movimiento Juan XXII
* Opus dei