MOVIMIENTOS ECLESIALES
Son nuevas formas de asociación y colaboración entre sacerdotes, religiosos y
fieles laicos dentro de la Iglesia Católica. Son grupos de personas unidas a participar de un mismo carisma. Constituyen un modelo histórico nuevo en la iglesia.
Es aquella realidad vivificante del Espíritu de Cristo en la que participan laicos con manifestaciones de fe y testimonio cristiano basado en un carisma preciso otorgado al fundador de dicho movimiento.
Son pues, un instrumento de servicio para el
fortalecimiento de la comunidad de la Iglesia en la verdad y caridad.
SU ORIGEN
Su nacimiento, o por lo menos su crecimiento, se ubica
generalmente en Europa, en la década del 60’ e inspirados en las enseñanzas del Concilio Vaticano II.
La importancia que los movimientos eclesiales han adquirido en
la Iglesia queda señalada por la convocatoria realizada en mayo de 1998.
En efecto, ese año el Consejo Pontificio para los Laicos de la Iglesia Católica
organizó en Roma un congreso de movimientos bajo el lema "Movimientos
eclesiales: comunión y misión en los albores del III Milenio".
Aunque esta no fue la primera reunión de movimientos, sí fue la primera
convocada directamente por la máxima conducción de la Iglesia, el Papa Juan
Pablo II. Desde entonces se han sucedido los encuentros, tratando de
implementar los logros alcanzados en el congreso de Roma.
MOVIMIENTOS
ECLESIALES FORMADOS EN LA IGLESIA:
Dentro de la estructura organizativa de la
lglesia Católica existen diversos movimientos eclesiales, que expresan la
vitalidad de la misma frente a los desafíos de la evangelización y de la
misión.
Los movimientos eclesiales se cuentan
literalmente por miles, pero el apoyo del Vaticano a unos pocos de estos
movimientos quedó “oficializado” en el famoso Congreso Internacional de los
Movimientos Eclesiales, celebrado en Roma en el día de pentecostés de 1998.
Aunque este encuentro congregó a 56 de estos nuevos grupos, el papa Juan Pablo
II se reunió en público con los líderes y fundadores de siete de ellos,
escogidos “en virtud de su extensión y representatividad universal”:
- Kiko Argüello,
del Camino Neocatecumenal
- Chiara Lubich, de los Focolares
- Luigi Giussani,
de Comunión y Liberación
- Patti Mansfierd, de la Renovación carismática
católica
- Marcial Maciel, de los Legionarios de Cristo
- Andrea Riccardi, de la
Comunidad de San Egidio; y
-Joaquín Allende, del Movimiento Apostólico de
Schoenstatt.
En esta ocasión, el Papa, bajo el lema
“Movimientos eclesiales: comunión y misión al alba del tercer milenio”, quiso
honrar a “una de las más claras expresiones de la acción del espíritu en la
lglesia del siglo XX”. El movimiento más extendido en España, con 86000 miembros
(siempre datos estimados), es el camino Neocatecumenal, seguido por el
Apostolado de la oración, con 50000, y los Focolares, con 42000. Los
Legionarios de Cristo (que figuran con el nombre de su rama laica, Regnum
Christi), apenas 4000. El resto, hasta el medio millón, se reparte entre
decenas de grupúsculos.
LA CONTRIBUCIÓN DE
LOS MOVIMIENTOS EN LAS CIRCUNSTANCIAS ACTUALES
Para enmarcar adecuadamente los
movimientos eclesiales, además de la renovación eclesiológica del Vaticano II,
es necesario tener en cuenta la importante contribución que ellos están
providencialmente ofreciendo a la Iglesia. Dicha
contribución podríamos sintetizarla en los puntos siguientes:
* El desafío del secularismo y la
urgencia de una nueva evangelización. La creciente secularización que, con
diversos matices y expresiones, han penetrado en la sociedad occidental,
constituyen actualmente uno de los mayores desafíos para la Iglesia. No es nada
fácil resistir a esta corriente, y muchas veces resulta arduo vivir en
coherencia con el Evangelio. Más difícil aún es, sin la ayuda de otras personas –y, por ejemplo, sin el aliento
recibido en un movimiento–, desarrollar una acción que incida socialmente y
contribuya a transformar el ambiente según los principios cristianos. En este
sentido, a la luz de las exigencias que plantea la nueva evangelización, los
movimientos ofrecen una preciosa aportación.
El fundador de uno de los principales movimientos ha observado: “Evangelizar de modo misional hoy no significa sólo salir para tierras lejanas, sino también penetrar en aquellos nuevos ambientes de vida, que continuamente son creados por las transformaciones de nuestra sociedad, y testimoniar el amor de Cristo que hace la vida del hombre más humana, y le permite caminar hacia la verdad”. Se explica así por qué en los movimientos se aprecia una clara actitud anticonformista, un deseo de transformar el mundo siendo levadura en la masa. Es precisamente el aspecto que el Vaticano II ha individuado como peculiaridad de la misión de los fieles laicos en la Iglesia (cfr. LG 31-36), lo cual supone una actitud positiva frente al mundo, no entendido ya como reino del pecado, sino como parte integrante del plan salvífico de Dios.
El fundador de uno de los principales movimientos ha observado: “Evangelizar de modo misional hoy no significa sólo salir para tierras lejanas, sino también penetrar en aquellos nuevos ambientes de vida, que continuamente son creados por las transformaciones de nuestra sociedad, y testimoniar el amor de Cristo que hace la vida del hombre más humana, y le permite caminar hacia la verdad”. Se explica así por qué en los movimientos se aprecia una clara actitud anticonformista, un deseo de transformar el mundo siendo levadura en la masa. Es precisamente el aspecto que el Vaticano II ha individuado como peculiaridad de la misión de los fieles laicos en la Iglesia (cfr. LG 31-36), lo cual supone una actitud positiva frente al mundo, no entendido ya como reino del pecado, sino como parte integrante del plan salvífico de Dios.
ALGUNOS MOVIMIENTOS
ECLESIALES
* El Camino Neocatecumenal, otro enlace
* Comunión y Liberación, otro enlace
otros Movimientos de importancia:
* Movimiento Familiar cristiano,
* Movimiento Juan XXII,
* Opus dei
otros Movimientos de importancia:
* Movimiento Familiar cristiano,
* Movimiento Juan XXII,
* Opus dei