Según C.I.C 771
La Iglesia, Misterio, realidad visible y espiritual; humana y divina
La palabra misterio viene del griego "mysterion" y del latín "sacramentum" y significa dos cosas; primera, plan salvador de Dios (divina) y segunda, realidades que nos hacen presente el misterio, el plan de salvación (visible).
Aplicada a la Iglesia, decimos:
El Misterio de la Iglesia posee dos dimensiones:
DIMENSIÓN VISIBLE - HUMANA: porque está formada por los hombres sujetos a debilidades y por tanto siempre será pecadora.La sociedad dotada de órganos jerárquicos, La Iglesia de la tierra. El Cuerpo místico de Cristo, La Iglesia llena ya de los bienes del cielo.
Aplicada a la Iglesia, decimos:
El Misterio de la Iglesia posee dos dimensiones:
DIMENSIÓN VISIBLE - HUMANA: porque está formada por los hombres sujetos a debilidades y por tanto siempre será pecadora.La sociedad dotada de órganos jerárquicos, La Iglesia de la tierra. El Cuerpo místico de Cristo, La Iglesia llena ya de los bienes del cielo.
Jesús al inicio de su ministerio elige a los doce para vivir en comunión con Él. Para favorecer la comunión y evaluar la misión, Jesús les pide: “Vengan ustedes solos a un lugar deshabitado, para descansar un poco”. Al parecer, el encuentro a solas indica que Jesús quiere hablarles al corazón. Hoy también el encuentro de los discípulos con Jesús en la intimidad es indispensable para alimentar la vida comunitaria y la actividad misionera.
Los discípulos de Jesús están llamados a vivir en comunión con el Padre y con su Hijo muerto y resucitado, en “la comunión en el Espíritu Santo”. El misterio de la Trinidad es la fuente, el modelo y la meta del misterio de la Iglesia: “un pueblo reunido por la unidad del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”.
La vocación al discipulado misionero es con-vocación a la comunión en su Iglesia. No hay discipulado sin comunión. La fe nos libera del aislamiento del yo, porque nos lleva a la comunión”. Esto significa que una dimensión constitutiva del acontecimiento cristiano es la pertenencia a una comunidad concreta en la que podamos vivir una experiencia permanente de discipulado y de comunión con los sucesores de los Apóstoles y con el Papa.
Al recibir la fe y el bautismo, los cristianos acogemos la acción del Espíritu Santo que lleva a confesar a Jesús como Hijo de Dios y a llamar a Dios “Abba”. Todos los bautizados y bautizadas “a través del sacerdocio común del Pueblo de Dios”, estamos llamados a vivir y transmitir la comunión con la Trinidad, pues “la evangelización es un llamado a la participación de la comunión trinitaria”.
Al igual que las primeras comunidades de cristianos, hoy nos reunimos asiduamente para “escuchar la enseñanza de los apóstoles, vivir unidos y participar en la fracción del pan y en las oraciones”.
Al igual que las primeras comunidades de cristianos, hoy nos reunimos asiduamente para “escuchar la enseñanza de los apóstoles, vivir unidos y participar en la fracción del pan y en las oraciones”.
Con los apostoles se forma la I |
DIMENSIÓN INVISIBLE - DIVINA - ESPIRITUAL : porque la asiste el mismo Dios, es capaz de santificar, de comunicar vida divina.
La comunión de la Iglesia se nutre con el Pan de la Palabra de Dios y con el Pan del Cuerpo de Cristo. La Eucaristía, participación de todos en el mismo Pan de Vida y en el mismo Cáliz de Salvación, nos hace miembros del mismo Cuerpo. Ella es fuente y culmen de la vida cristiana, su expresión más perfecta y el alimento de la vida en comunión. La Iglesia que la celebra es “casa y escuela de comunión” donde los discípulos comparten la misma fe, esperanza y amor al servicio de la misión evangelizadora.
La Iglesia, como “comunidad de amor”, está llamada a reflejar la gloria del amor de Dios que es comunión y así atraer a las personas y a los pueblos hacia Cristo. “Que también ellos vivan unidos a nosotros para que el mundo crea”.
La Iglesia peregrina vive anticipadamente la belleza del amor que se realizará al final de los tiempos en la perfecta comunión con Dios y los hombres. Su riqueza consiste en vivir ya en este tiempo la “comunión de los santos”, es decir, la comunión en los bienes divinos entre todos los miembros de la Iglesia, en particular entre los que peregrinan y los que ya gozan de la gloria.
La Iglesia es comunión en el amor. Esta es su esencia y el signo por la cual está llamada a ser reconocida como seguidora de Cristo y servidora de la humanidad. El nuevo mandamiento es lo que une a los discípulos entre sí reconociéndose como hermanos y hermanas, obedientes al mismo Maestro, miembros del cuerpo de Cristo unidos a la misma Cabeza y, por ello, llamados a cuidarse los unos a los otros.
Cristo santifica su Iglesia |
Es propio de la Iglesia:
"Ser a la vez humana y divina, visible y dotada de elementos invisibles, entregada a la acción y dada a la contemplación, presente en el mundo y, sin embargo, peregrina. De modo que en ella, lo humano esté ordenado y subordinado a lo divino, lo visible a lo invisible, la acción a la contemplación y lo presente a la ciudad futura que buscamos" (Sacrosantum Concilium 2).
Nosotros mismos somos la Iglesia en su aspecto visible, la Iglesia que manifiesta su propia fe en su misma realidad divina y humana, dos dimensiones tan inseparables entre sí que, si faltara una se anularía toda la realidad de la Iglesia, tal como la quiso y fundó Cristo.
TAREA:Elabora un informe de los diversos grupos parroquiales con que cuenta nuestra Iglesia. y en cual puedes participar. (Presentar en una semana en papel bond, es personal)